El cambio climático tiene un fuerte impacto sobre los glaciares contribuyendo a su derretimiento y, en consecuencia, a la disminución de agua disponible durante el estiaje.
- Pérdida irreversible de masa de glaciares y morrenas.
- Menor disponibilidad de agua en la temporada de estiaje.
- Disminución de la capacidad de retención de masas de agua por precipitación y/o nevadas.
- Mayor riesgo de extinción para especies de agua dulce en ecosistemas de alta montaña.
- Detrimento de la seguridad alimentaria para poblaciones humanas.
- Mayor potencial de disrupción de los procesos al introducir medidas de atenuación inadecuadas (p. ej.: grandes reservorios).